SER MAESTRO EN LA ÉPOCA ACTUAL
Implicaciones, condicionantes y compromisos frente a la profesión docente
Antonio Jiménez Pérez*
Ser maestro hoy en día representa un gran desafío. Se pretende que el docente de nuestros días tenga una gama de cualidades que lo hagan apto para poder ejercer su profesión. El maestro debe poseer conocimientos, valores, habilidades para los procesos de enseñanza- aprendizaje, manejo de técnicas, pedagogía, didáctica, entre otros. En fin, se exige diversos elementos que resultan ser contradictorios y casi imposibles de poseer en su totalidad.
Indiscutiblemente el papel que juega el docente hoy en día es producto de una historia, es por ello que me remito a su génesis, cuando la docencia era considerada como un sacerdocio o apostolado. El maestro sin duda ocupa una categoría social que prevalece desde su aparición, es aquí precisamente cuando la docencia se consideraba como un apostolado, se hablaba de un “maestro ideal” que reuniera cualidades morales y físicas.
La vocación viene a constituir un papel fundamental en la representación del maestro, ya que pese a su antigüedad todavía está presente en su autorepresentación, al igual que en las expectativas de diversos sectores de la sociedad, debido a que la vocación nos remite a la docencia como una misión. En un principio se consideraba al maestro como moralizador más que como un sujeto encargado de desarrollar aprendizajes.
A principios de los 60 y 70 las representaciones del maestro como sacerdote empiezan a desaparecer de la mente de la sociedad por diversas razones como nos menciona Tedesco (2002):
La masificación de los puestos de maestro, la elevación de los niveles de escolaridad media de la población, el deterioro del salario y las condiciones de trabajo y otros fenómenos conexos (pérdida de prestigio relativo del oficio, cambios en el origen social relativo de los maestros, etc.) constituyen las bases materiales sobre la que se va estructurando una representación de la docencia como un trabajo. (p.6)
*Alumno del cuarto semestre de la licenciatura de educación primaria de la Escuela Normal Urbana; Balancán Tabasco; México, 11 de marzo de 2014. (Mesa 1)
A partir de ello la sociedad empieza a tomar al maestro como un trabajador. El maestro de hoy en día, es un funcionario asalariado que trabaja en relación de dependencia y recibe un salario, pero al igual su condición de profesional se la adjudicamos al hecho de que su actividad requiere el domino de competencias racionales y técnicas que son exclusivas de su oficio, éstas son aprendidas en tiempo y espacios determinados.
Desarrollar el trabajo hoy en día significa enfrentarse a las transformaciones actuales, las cuales pueden ser una espada de doble filo, puesto que pueden ayudar a transformar el rol docente o caer en la devaluación de dicha profesión.
Los cambios en la familia, en los medios de comunicación masiva, así como en otras instituciones de socialización han hecho que el trabajo docente asuma nuevos retos a la hora de enseñar. En primer lugar como docentes no enfrentamos a una nueva cultura, a una sociedad que está en constante cambio. El docente de hoy en día no puede sustituir a la familia en ciertas tareas del ámbito afectivo o ético-moral, puesto que ello representaría un retroceso en el perfil profesional. Es complicado poder manejar aspectos socioafectivos aunados a los procesos de enseñanza aprendizaje, sin embargo se pueden crear nuevos roles escolares, tales como psicólogos, el fin que se persigue es trabajar en conjunto para lograr una calidad en la educación.
Ser maestro en este nuevo contexto de socialización nos da oportunidad para crear nuevas competencias del quehacer docente, pero debemos saber manejar dicha oportunidad, de no ser así se puede contribuir a derrumbar la profesión docente.
Los medios de comunicación son para el docente de hoy un reto, es bien sabido que no sólo la escuela educa, lo hace la sociedad, la familia, y por supuesto los medios de comunicación. Cómo trabaja el docente actual con toda esta gama de información que se produce y bombardea a las personas. Por tal motivo el docente de hoy debe de estar mejor preparado para hacer frente a las diversas situaciones que emanan de dichos cambios, como menciona Tenti (2002):
Hoy los docentes, al igual que otros agentes profesionales, están sometidos a una exigencia de cambio rápido, que requiere la movilización de recursos de aprendizaje que no siempre han tenido oportunidad de desarrollar durante su etapa formativa o en su experiencia de trabajo. (p.10)
Considero que nuestra preparación debe ser lo suficientemente sólida para poder afrontar las dificultades que implica la docencia de nuestros días, es complejo reunir los diversos aspectos que se nos exigen, pero podemos lograr realizar nuestra profesión de la mejor manera.
Otra situación a la que se enfrenta el docente actual es la de los nuevos alumnos surgidos de una sociedad globalizada, donde la cultura da muestra de los desafíos que asume el profesor, sin embargo muchas veces el docente no está preparado para asumir dicho suceso, no cuenta con las competencias actitudinales y cognitivas necesarias para salir airosos ante estas implicaciones.
Hay que entender que los niños con los que trabajamos hoy, son poseedores de una nueva cultura, de nuevos valores, pero también guardan una relación con la cultura, es por ello que se debe contar con la competencia para saber manejar esta situación y saber aterrizar nuestros saberes en este campo que a simple vista pareciera fácil, pero que en realidad es bastante complejo.
Es necesario dejar claro que el docente de hoy es producto de los cambios que ha experimentado el sistema educativo. El estado demanda profesores competentes, pero olvidan darle la atención que se merece, se habla mucho de que el docente cuenta con habilidades, actitudes, destrezas, conocimientos, pero qué tanto ha contribuido las autoridades educativas para logar que el objetivo se cumpla.
En conclusión la profesión docente implica verdaderos retos que desde un principio debemos asumir, considero que desde nuestra formación hay que asumir la responsabilidad de nuestro oficio, nosotros somos pieza clave en el desarrollo de nuestra sociedad, cabe mencionar que debemos trabajar en conjunto con los padres de familias, autoridades educativas, alumnos y cada actor que desempeña un papel en la educación.
Se ha logrado cambiar la visión o concepto que se tenía del rol docente, en un principio se tenía como un “transmisor de cultura y conocimiento”, sin embargo hoy podemos definirlo como un “facilitador del aprendizaje de los alumnos”.
Es muy difícil conseguir un modelo del docente perfecto, porque sólo el hecho de hablar de educación encierra situaciones complejas.
Debemos mirar al docente como un sujeto inmerso en el proceso educativo, para lograr cambiar el rol docente hay que entender que esta profesión reside en la sociedad, por lo cual se tiene que trabajar en conjunto con ella.
Como futuro docente comprendo que mi tarea implica un compromiso, en primer lugar conmigo mismo, con los alumnos, la sociedad, autoridades educativas y cada uno de los actores de educación, por lo tanto asumo el reto de ser maestro en la actualidad.
